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24.9.08

AQUÍ ESTAMOS


Vaya calvario esto de publicar uno su diario,
y además digital, ¡esto es mortal!

A quién buen árbol se aproxima
buena sombra le cobija.
Y yo me digo:
¿cuál será la próxima vez que nos veamos en la rez?

NO quiero ser fatalista,
pesimista ni elitista.
YO quiero ser mundano
alegre y costumbrista.
NI quiero en vano
hablar conformista
de corrientes mimetistas.
Quiero acercarme
Sensible y digitalmente
Hacia la verdad virtual.
Mismamente.
¿Viva el mal?
¿Abajo el capital?

¡Vaya calvario esto de publicar uno su diaro,
y además digital, esto es mortal!

Antes del otoño,
éste año 2008,
al castaño la polilla
¡ay, le hace daño!

Desde el 80 y 4
saliendo de Macedonia,
hasta ahora,
por las tierras de Teutonia
¡hasta Estrasburgo!
se engollipa la polilla.

La del castaño,
¡pobre castaño!

Cameraria ohridella
dicen que se llama,
que su savia desvalija.
Que va y que viene,
que en mi ventana agoniza
y en el castaño se regocija.
Recorriendo cada año
100 Kms.

Aproximadamente.

¡Y yo me digo:
gente,
¿cuándo nos veremos verdaderamente?!

Bueno, ya que hemos llegado hasta éste punto trataré de inmortalizar todas las cosas importantes que me han pasado desde mi exilio a las frías tierras teutonas.
El evento más importante fue el nacimiento de mi primer hijo Luis Pablo Galiana Klein, para ello estoy preparando un blog en el que podrán ver amigos y familiares el desarrollo que el nene lleva en fotos y con descripciones de sus avances. Pero lo haré restringido, por miedo a que algún internauta pederasta pueda copiarse alguna foto del churumbel.

La foto de hoy es el lugar que piso todas las mañanas al levantarme: nuestro balcón. Aunque tenga la triste vista de unos castaños conquistados, es un sitio que -sobretodo por las noches- reconforta visitar. Anoche por ejemplo, estaba el cielo completamente abierto y pude disfrutar de un sigarrito (¡Ay esos vicios!) de "buenas noches" bajo la luz de las estrellas. Claro que debería haberme puesto la bufanda, porque no veas el catarro que tengo. Razón por la cual hoy no voy al curro, sí es que se le puede llamar así, y me tomo el tiempo para mostraros mi nuevo blog, que se os echa musho de menos.

6 comentarios:

Hastur dijo...

La polilla está triste, que tendrá la polilla? Me alegro de que te incorpores al mundo del blog, una forma mas de mantenernos en contacto, aunque nuestros corazones no lo necesiten. Espero ver pronto mutantadas aqui colgadas, fotitos luispablescas y de sus padres y todo tipo de juglarescas paranoias. Besitos mil

Bastet dijo...

hola Nicolae!
me ha encantado el video de los Mutantes....yo aún no he visto nada vuestro en directo y tengo muchas ganas!!
y oye, aunque los castaños sean conquistados....poder fumarte ese valioso sigarrito de buenas noches bajo las estrellas.....eso no tiene precio....!!
Muchos besos!

elenamorado dijo...

Hombre teti, ya era hora de que hicieras presencia en este mundo virtual pero nada banal con tus poesías caleteras y tu arte tan....colillo:) Ha sido y será un gustazo leerte.

Muchos besos para ti y pa tu family

Niklaus Rosenpfad dijo...

Sí bueno, supongo que iba siendo el momento. El caso es que me alegro por el hecho simplemente de poder comunicarnos algo.
Tenés rasón tenaz compañeros, me fumaré esas nubes tedescas a ver si puedo ver las estrellas que tapan...

Soulkeep dijo...

Malegro de que te hayas unido al club bloguero con este espacio psicodélico-surrealista-teutón en el que sueltas tus inquietudes y nicoliadas varias. Me ha gustado el artículo sobre el viaje en tren a la Selva negra, que no se porque, siempre me parece que debería estar en Brasil. Besos de todos los tipos y para todos, a ver si le damos caña al tema ese de tu amigo el ilustrador...

Niklaus Rosenpfad dijo...

Yo también querido amigo. Además hacía demasiado tiempo que no escribía nada. Yo estoy leyendo todo lo tuyo desde las entradas de ahora patrás, que no es poco. Como no lo usaba pues tampoco lo leía mucho, y es que me muero por tus letritas compañero y ¡qué bueno poder leer los artículos del Ripolín, ¿verdad?.

Suena raro, es cierto, en realidad se llama Schwarzwald, black forest, bosque negro, pero los españoles lo tenemos que exagerar todo. El caso es que los abetos están tan juntos que lo hace densísimo, realmente acojona. Sobre todo me imagino en la edad media a los paisanos viendo bajar pequeños bancos de niebla por las montañas, increíble, de verdad.